Valor

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El valor es una cualidad social de las cosas y sólo se manifiesta en las relaciones entre los productores cuando equiparan una mercancía a otras en el proceso de intercambio, es decir, a través del valor de cambio, el cual ha de diferenciarse del valor de uso, es decir, la cualidad que tienen las cosas de satisfacer las necesidades humanas.

Contradicciones internas de la mercancía

La mercancía representa la unidad de dos cualidades: el valor de uso y el valor las cuales se encuentran en unidad interna. El valor no puede existir al margen del valor de uso y a la vez, es esta una unidad de contrarios. El aprovechamiento de una cualidad de la mercancía excluye el aprovechamiento simultáneo de la otra cualidad.

Como valores de uso, todas las mercancías son cualitativamente heterogéneas, satisfacen necesidades cualitativamente diversas, son productos de tipos de trabajo concreto cualitativamente heterogéneos. Por el contrario como valores son cualitativamente homogéneos, son producto de igual trabajo social abstracto.

A los productores de mercancías les es indiferente el tipo de mercancías que han de producir, puesto que cualquiera de estos tipos de valores de uso puede ser portador de valor.

En la forma natural de producción, el objetivo inmediato y el final son los mismos, la producción de valores de uso necesarios para la la satisfacción de las necesidades personales y productivas. En la economía mercantil se produce para adquirir los valores de uso necesarios. Pero el objetivo inmediato es distinto. A cada productor de mercancías no le interesa el valor de uso de la mercancía producida, sino su valor, su capacidad de ser intercambiada por las demás mercancías. El objetivo inmediato de la producción pasa a ser la producción de valor.

La variación del objetivo inmediato de la producción complica los nexos existentes entre la producción y el consumo. En la economía natural, los valores de uso pasaban directamente de la esfera de la producción a la esfera del consumo, por lo que se puede afirmar que entre la producción y el consumo existía una conexión directa e inmediata.

En la producción mercantil de acuerdo a la doble naturaleza de los productos del trabajo, esta situación cambia. Todas las mercancías producidas están destinadas a satisfacer una u otra necesidad y deben entrar en el consumo productivo o personal. Pero la mercancía no pasa inmediatamente a la esfera del consumo para ser realizada en concepto de valor de uso. Antes de llegar al consumo y realizar su valor de uso debe pasar por la esfera del cambio y realizarse como valor.. la realización del valor es condición necesaria previa de la realización del valor de uso, con la particularidad de que la realización de la mercancía como valor y su realización como valor de uso no coinciden ni en el tiempo, ni en el lugar. La mercancía puede ser vendida en un tiempo y en un lugar, y consumida en otro tiempo y en otro lugar.

En el caso de que se demore la realización del valor de la mercancía o resulte completamente imposible, se altera el proceso de reproducción, ya que cada uno de los productores a no vender sus mercancías, no pueden comprar las mercancías que les son necesarias para continuar la producción. la contradicción entre el valor de uso y el valor se manifiesta en tal caso en una forma evidente y destructora. El valor de cambio es la forma objetivamente necesaria de la expresión del valor de la mercancía.

Mientras la mercancía no inicia la relación de cambio con otra mercancía, su valor permanece oculto. Antes del proceso de cambio se puede calcular la cantidad de trabajo individual invertido en la producción de una u otra mercancía, pero esto no supone que se haya computado y expresado el valor. Para calcular y expresar el valor de la mercancía, es preciso saber cuanto trabajo social abstracto, se ha materializado en ella. Pero antes del proceso del cambio es imposible saberlo.

El único medio posible de expresar el valor de la mercancía y su magnitud, es la equiparación de las mercancías entre sí en el proceso del cambio. Este procedimiento de expresión del valor se llama valor de cambio o forma del valor.

Evolución histórica de la forma del valor

Forma simple o fortuita del valor

A la economía mercantil desarrollada le es propia la forma monetaria del valor, la expresión del valor de las mercancías en dinero. Sin embargo, la forma monetaria del valor es el resultado de un largo desarrollo histórico.

La primera forma del valor fue la forma simple o fortuita del valor. Esta puede ser expresada por medio de la ecuación:

X de la mercancía A = Y de la mercancía B

Por ejemplo un hacha equivale a dos pieles. Esta forma del valor se denomina simple porque el valor de una mercancía se expresa solamente en una mercancía y es fortuita porque resulta algo fortuito el hecho de cual es precisamente la mercancía concreta que ha de expresar el valor de la mercancía. Esta forma del valor corresponde a la etapa de desarrollo inicial del cambio y que algunos tipos de productos se convertían casualmente en mercancías. El análisis de la forma simple del valor permite conocer el contenido del valor de cambio en general.

La forma del valor presupone la unidad de dos polos. En un polo se encuentra la mercancía, cuyo valor se expresa; en el otro, aquella que sirve de material para expresar el valor. La primera mercancía se encuentra en la forma relativa del valor, es decir, expresa su valor en una forma relativa, en el valor de uso de otra mercancía, que se distingue de su propia forma natural. La segunda mercancía se encuentra en la forma equivalente, se manifiesta como equivalente (de igual valor) de la primera mercancía, sirve de material en el que expresa su valor la primera mercancía. La primera mercancía desempeña un papel activo, y la segunda un papel pasivo. La expresión del valor de una mercancía condiciona forzosamente el polo opuesto, la otra mercancía, en la que expresa el valor. Así la forma relativa y la forma equivalente del valor constituyen la unidad de contrarios.

La forma relativa del valor tiene una peculiaridad cualitativa. La mercancía puede encontrarse en forma relativa del valor, porque en ella se contiene algo homogéneo cualitativamente con la mercancía que inicia la relación de cambio. La forma relativa del valor tiene además una característica cuantitativa. Cuando se cambia un hacha por dos pieles, se expresa con ello no sólo el hecho de que en el hacha se contiene trabajo abstracto, sino también el hecho de que en ella se contiene tanto trabajo como en las dos pieles. Las dos pieles expresan la cantidad de trabajo contenido en un hacha. Por lo tanto en la relación de cambio el valor alcanza expresión cualitativa y cuantitativa. Pero el valor de una mercancía alcanza su expresión a través de cierta cantidad de valor de uso de otra mercancía. Las dos pieles se muestran aquí como expresión del valor de un hacha. El valor de uso se convierte en la forma de expresión de su contrario: el valor.

La forma equivalente tiene varias peculiaridades. Primero, el valor de uso resulta ser la expresión de su contrario: del valor. Segundo, el trabajo concreto invertido en la producción de la mercancía equivalente aparece como expresión de su contrario, el trabajo abstracto invertido en la producción de la otra mercancía. Tercero, el trabajo del productor privado que creó la mercancía equivalente, aparece como trabajo que tiene importancia directamente social y atestigua el significado social del trabajo privado invertido en la producción de la otra mercancía.

Forma total o desplegada del valor

A medida que se desarrolla el cambio mercantil se efectúa el transito de la forma simple del valor a la forma total o desplegada del valor. Una misma mercancía empieza a expresar su valor no en una mercancía única, sino en otras varias mercancías.

Cuando se trata de la forma total del valor se dispone de tantos equivalentes como mercancías se tiene. Por consiguiente, cada mercancía tiene tantas formas de valor relativo como mercancías pueda haber.

Forma universal del valor

Al continuar desarrollándose las relaciones mercantiles, de la masa general de mercancías se destaca una por la que se cambian cada vez con más frecuencia las demás mercancías. En la relación de cambio, las mercancías que aparecen en la forma relativa del valor sirven a su vez a la mercancía, que se encuentra en la forma equivalente, de equivalentes de ellas. Ese equivalente expresa en ellas su valor relativo. Todas las mercancías empiezan a expresar su valor en una cierta mercancía.

Todas las mercancías expresan ahora el valor en un valor de uso. El trabajo abstracto contenido en ellas se manifiesta en un tipo de trabajo concreto, el trabajo social, en un tipo de trabajo privado. En las diversas etapas del desarrollo histórico y en los distintos países, han desempeñado el papel de equivalentes universal diversas mercancías: el ganado, las pieles, las conchas, etc. Pero al llegar a determinada etapa, el papel de equivalente universal empieza a ser desempeñado por una sola mercancía, quedando desplazados todos los demás equivalentes. La forma universal del valor se transforma en forma monetaria del valor.

Forma monetaria del valor

La forma monetaria del valor se caracteriza por el hecho de que todas las mercancías expresan continuamente su valor en una sola mercancía. El oro pasó a desempeñar el papel de equivalente universal y se convirtió en dinero, mercancía especial en la que expresan su valor todas las demás mercancías. El valor expresado en dinero se denomina precio. Por consiguiente, el precio es cierto tipo de valor de cambio, de valor relativo. El oro se convirtió en equivalente universal solamente porque es una mercancía más y tiene valor y valor de uso.

La forma natural de los metales preciosos y sus propiedades facilitaron el cumplimiento de las funciones sociales de equivalente universal.

Primero: poseen homogeneidad cualitativa. Esta propiedad es trascendental. La sustancia del valor como es notorio, es el trabajo abstracto igual, cualitativamente homogéneo. Por eso para expresar el valor de las mercancías es preferible la mercancía de la que todos sus ejemplares son iguales cualitativamente y se diferencian sólo por la cantidad y el peso.

Segundo: los metales precisos poseen la propiedad de poder ser divididos y ligados a voluntad. Esta propiedad es necesaria para expresar el valor en el equivalente universal de las mercancías. Las diversas mercancías poseen diferente magnitud de valor, y para expresar el valor se requiere que la mercancía que cumple la función de equivalente universal pueda ser dividida como se desee en cualquier número de partes.

Tercero: los metales preciosos poseen la propiedad de ser portátiles. En comparación con las demás mercancías, el oro tiene un mayor valor. Lingotes de oro de poco peso pueden expresar el valor de grandes masas de mercancías.

Cuarto: los metales precisos poseen la propiedad de ser duraderos, de conservarse durante mucho tiempo.

Las propiedades naturales del oro y la plata explican por qué pueden cumplir mejor que otras mercancías las funciones de equivalente universal. Pero la aparición del dinero no se debió a las propiedades naturales de los objetos, sino a determinadas condiciones sociales de la producción.

La mercancía que producto al desarrollo espontáneo del cambio se convirtió en dinero, adquiere propiedades especiales, sociales. El oro como mercancía en general posee valor de uso corriente, es decir, es objeto del trabajo en la producción de diversos artículos. En concepto de mercancía dinero, el oro tiene además un valor de uso complementario. Siendo un medio universal de cambio, el oro puede ser convertido directamente en cualquier otra mercancía. Se trata del valor de uso universal de la mercancía dinero. Asi pues, el valor de uso de la mercancía dinero se duplica. Como mercancía el dinero tiene valor, y como mercancía especial es forma directamente social del valor.

En la división del mundo mercantil en mercancías y dinero, haya su manifestación externa la contradicción interna entre el valor de uso y el valor. Todas las mercancías aparecen como valores de uso, y el dinero como materialización de su valor. Para expresar su valor, cada mercancía debe transformarse previamente en dinero. Sólo al transformarse en dinero la mercancía demuestra que no es únicamente valor de uso, sino también valor.

Al aparecer el dinero en el mundo mercantil adquiere su forma específica de expresión del valor. El dinero se manifiesta como medida del trabajo abstracto, del trabajo social. El trabajo concreto privado, materializado en el oro, pasa a ser simultáneamente la materialización directa del trabajo abstracto social. Cada mercancía, producto del trabajo privado, al ser cambiada por dinero adquiere reconocimiento social.

“El producto de cada productor aislado, - decía Lenin - destinado al consumo ajeno, puede llegar al consumidor y dar al productor el derecho a recibir otro producto social, que ha tomado la forma de dinero, es decir, que ha sido sometido previamente al cálculo social tanto en su aspecto cualitativo como cuantitativo. Pero ese cálculo se efectúa a espalda del productor, por mediación de las oscilaciones del mercado.”

Fuentes

  • Curso de Economía Política. Universidad de Lomonosov. Tomo I. Primera parte. Pág 169.
  • Material didáctico de ciencias sociales. Economía Política. Ed Progreso. Moscú. Pág 67.
  • V. I. Lenin. “Crítica de la sociología populista”. OC. T. I. Pág. 426.

Véase también

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