Niños de Rusia

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Anuncio de una exposición con carteles de apoyo a la República española en el Museo del Hermitage de San Petersburgo.

Se denomina niños de Rusia a los miles de menores de edad enviados al exilio durante la Guerra Civil Española desde la zona republicana a la Unión Soviética, entre los años 1937 y 1938, para evitarles los rigores de la guerra.

En un primer momento, disfrutaron de un cálido recibimiento y un trato en general bueno por parte de las autoridades soviéticas, mientras la guerra civil seguía su curso. Sin embargo, con la entrada de la URSS en la II Guerra Mundial y la invasión nazi de las zonas en que se encontraban las casas donde estaban alojados, hubieron de sobrellevar la dureza de la guerra. Algunos regresaron a España entre 1956 y 1959 y otros se trasladaron a Cuba durante la década de 1960, aunque un importante colectivo ha permanecido en Rusia hasta la actualidad.

En febrero de 2004 aún se contaban 239 "Niños de Rusia" como residentes en los territorios de la antigua Unión Soviética, según los archivos del Centro Español de Moscú.[1] En la actualidad, habiendo tenido posibilidad de recuperar su nacionalidad perdida, disponen de ciertas ayudas por parte del Estado español.

Aunque los niños de Rusia no son los únicos, ni siguiera la mayoría de los niños enviados al exilio, es común también la referencia a los mismos, en general, como los niños de la Guerra.[2]

Las expediciones

Según avanzaba la Guerra Civil Española, debido a las duras condiciones que se sufrían en la retaguardia republicana, se organizaron diferentes "envíos" de menores de edad a países más o menos afines ideológicamente a la causa republicana o únicamente con intenciones humanitarias, con el objetivo de que los pequeños dejaran atrás las calamidades propias de la guerra. Las expediciones fueron organizadas a través del Consejo Nacional de la Infancia Evacuada, creado a tal efecto por el gobierno del Frente Popular. Francia (con unos 20.000 niños evacuados), Bélgica (5.000), Reino Unido (4.000) y, en menor cantidad, Suiza (800), México (455) y Dinamarca (100) recibieron de ese modo a menores españoles evacuados.[3]

A la Unión Soviética fueron enviadas cuatro expediciones entre 1937 y 1938, con un total de 2.895 niños,[4] 1.676 de ellos varones y 1.197 mujeres.[5]Las salidas desde Valencia y Barcelona estaban formadas por hijos o familiares de pilotos o militares.[6] Todas ellas contaban con el apoyo del gobierno de la República española, de la Unión Soviética y de la Cruz Roja Internacional, realizándose convocatorias públicas para la selección de los niños y sus acompañantes. Sin embargo, y teniendo en cuenta las diferentes condiciones en que se produjeron las evacuaciones (alguna de ellas, con una gran urgencia debido a la cercanía de las tropas nacionales), se produjeron diversos casos de confusión y pérdida de niños (menores extraviados en el trayecto de una provincia a otra, padres que pensaban que sus hijos iban a Francia y no a la Unión Soviética...)

Niños españoles evacuados a la URSS entre 1937 Y 1939*
Fuentes: Cruz Roja Rusa[7] / Fundación Francisco Largo Caballero[8]
Número de niños
<b><center>Fecha de salida <b><center>Procedencia <b><center>Puerto de salida
<center>72 <center>Marzo de 1937 / 21/03/37 <center>Madrid y Valencia <center>Valencia
<center>1765 / 1495 <center>12/06/37 / 13/06/37 <center>País Vasco <center>Bilbao (Santurce)
<center>800 / 1100 <center>23/09/37 / 24/09/37 <center>Asturias <center>Gijón (El Musel)
<center>76 / aprox. 300 <center>Octubre de 1938 / finales de 1938 <center>Barcelona <center>Barcelona
<center>130 <center>1939 <center>no consta <center><i>no consta
<center>52 <center>Posguerra <center><i>no consta <center><i>no consta

<center>*Los datos en negro son confirmados por ambas fuentes, en otro caso, difieren o sólo aparecen en la fuente en que están coloreados.
El dato total de 2.895 niños es el de la Cruz Roja, avalado por Alted Vigil, Nicolás Marín y González Martell
[9]</center>


La mayoría de los niños provenía del País Vasco, Asturias y Cantabria, zonas que habían quedado aisladas del resto de la República por el avance franquista.[8] Varios de los traslados se realizaron en barcos mercantes, en los que los menores viajaban hacinados en las bodegas. Según el acuerdo con la Unión Soviética, las edades de los niños debían estar comprendidas entre los cinco y los doce años, aunque se tiene constancia de casos de ocultación o falsificación de la edad real, y algunas fuentes señalan que la edad oscilaba entre los 3 y los 14 años.[10][11] Junto a ellos viajaban un reducido grupo de adultos, de edades entre los 19 y los 50 años aproximadamente, principalmente para ejercer funciones educativas (otros acudían como personal auxiliar).

Las Casas de Niños

El recibimiento dispensado en Leningrado a alguna de las expediciones fue una fiesta. Demostrando el apoyo soviético a la lucha contra el fascismo en España, las autoridades soviéticas se preocuparon de la higiene, alimentación y salud de los niños. Se les distribuyó en diferentes centros de acogida, las "Casas de Niños" o "Casas Infantiles para Niños Españoles", entre las que había casas de descanso de los Sindicatos e incluso pequeños palacios que habían sido expropiados durante la Revolución de Octubre. En estas casas, aparte de tener cubiertas todas sus necesidades, recibían educación en su mayor parte en español, impartida por los educadores españoles (en su mayor parte mujeres), conforme al modelo educativo y los ideales soviéticos.[12] La propaganda comunista los veía, de algún modo, como la futura élite política en una república socialista española que surgiría de la victoria en la Guerra Civil.[13] Entre los niños y sus familiares también existía el convencimiento de que su paso por Rusia sería corto, y en sus testimonios confirman que se sentían felices ante la aventura del viaje a un país extranjero.[14][15]

A finales de 1938 se contaban un total de dieciséis casas en toda la URSS. Once de ellas se situaban en la actual Federación Rusa: entre ellas, una en el centro de Moscú (conocida como Pirogóvskaya),[16] dos en la zona de Leningrado (una en Pushkin, actual Tsárskoye Seló, a 24 kilómetros al sur de la ciudad; una en Óbninsk) y 5 en Ucrania (entre ellas, una en Odesa, otra en Kiev y otra en Eupatoria).[8][17] La vida en general en las Casas de Niños es recordada por los mismos como un paréntesis alegre entre las dos guerras cuyas consecuencias sufrirían.[18] Los supervivientes siguen teniendo conciencia de haber sido privilegiados por la educación recibida durante estos años, hasta la llegada de la guerra.[19]

La Segunda Guerra Mundial

Fuese únicamente por las repercusiones de la propia guerra (que forzó la evacuación y desmantelamiento de las casas por los peligros de invasión nazi), o también por el posible desinterés soviético tras el final de la Guerra Civil y en el período que estuvo vigente el Pacto Ribbentrop-Mólotov, la situación de los niños cambió trágicamente con el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Dado que el ejército alemán penetraba tanto por el norte cercando Leningrado como por el centro hacia Moscú y por el sur hacia Ucrania, todas las zonas donde se encontraban las casas de los niños españoles se encontraban comprometidas. En concreto, los niños que se encontraban en las dos casas de Leningrado sufrieron los primeros meses del bloqueo de la ciudad por el ejército alemán, en el crudo invierno de 1941 a 1942.[8] En el momento en que pudo abrirse el cerco, al poder atravesar los camiones el helado lago Ladoga, fueron evacuados un total de 300 niños.[20] Paulatinamente, y con el acuerdo del Partido Comunista de España se procedió a la evacuación de las diferentes casas a zonas consideradas seguras, en algunos casos remotas, vecinas a los Montes Urales y el Asia Central.

Tras la guerra: España, México, Cuba, la URSS

Tras la muerte de Stalin en 1953, se inicia un período de un relativo deshielo de las relaciones del régimen franquista con la Unión Soviética. Ya hace años de la derrota del Eje, al que Franco había apoyado con el envío de la División Azul a combatir contra los soviéticos, y con la entrada de España en la ONU aún reciente (1955), en 1957 se produce el acuerdo para el regreso de los "niños" que lo desearan a España. El traslado se organiza con discreción, aunque no deja de tener un componente publicitario paradójico: el régimen intenta aparecer como "salvador" del peligro soviético a aquellos que marcharon como menores. El 21 de enero, como parte de un acuerdo entre ambos Estados con el concurso de la Cruz Roja de ambos países, el buque soviético Crimea llega al puerto de Castellón de la Plana con 412 españoles a bordo.[21] Entre ese año y el siguiente llegarían a España cerca de la mitad de los jóvenes enviados a la URSS.[8]

Los retornados encontraron a su vuelta un régimen hostil, la desconfianza de unas autoridades que sospechaban de su filocomunismo y, sobre todo, unas familias que dejaron ir a niños y que recibían tras casi veinte años a adultos, en ocasiones padres de familia a su vez, con otra educación y experiencias vitales opuestas. El reencuentro por tanto no fue fácil y un número no despreciable decidió finalmente regresar a la Unión Soviética.

Previamente, un pequeño grupo de unos 150 niños obtuvo permiso, en 1946, para marchar a México a reunirse con sus familiares.[3] A otro grupo de unos 200 "niños", el conocimiento de la lengua española los llevó a viajar, desde mediados de 1961 y hasta mediados de la década de los setenta, a la Cuba de Castro, como especialistas soviéticos enviados por el Partido Comunista de España, desempeñando allí trabajos de traductores, profesores, en la construcción o incluso como técnicos para la inteligencia cubana.[11][14][22][23][24] En Cuba recibieron el apelativo de "hispano-soviéticos".[8]

La mayoría de los niños que finalmente pasaron sus vidas en la Unión Soviética, regresados tras la guerra a los lugares de los que habían sido evacuados, acabaron radicándose en Moscú, aunque hubiera quien acabase situando su residencia en los remotos parajes de Siberia.[11] Las estancias vacacionales en España estaban permitidas para los que hubieran permanecido veinte años en la URSS.[25]Desde los años 60 algunos fueron volviendo de manera individual, y tras la caída del muro de Berlín y la desaparición de la Unión Soviética, un número considerable volvió a España. Los supervivientes han seguido manteniendo un contacto frecuente. Los que permanecieron definitivamente en la URSS, concretamente en Moscú, solían reunirse en las salas de alguna fábrica, en el Club Chkálov o en el propio Centro Español (también conocido como "Casa de España").[26] Los que volvieron, ya fuese a través de asociaciones (entre ellas las de Asturias, País Vasco o Madrid) o de un modo más informal, también han seguido frecuentándose en los lugares de los que eran originarios y a los que volvieron.

En todo caso, la situación para todos ellos nunca dejó de ser peculiar, debido a que España no mantuvo relaciones diplomáticas con la URSS hasta los últimos meses de la dictadura, en 1977. Incluso en algún aspecto se vieron perjudicados por la caída del régimen soviético, quedando en un limbo legal del que salieron en 1990, con la concesión de la posibilidad de recuperar su nacionalidad "perdida" por parte de las Cortes españolas.[27] Posteriormente, en 1994, obtendrían el derecho a recibir pensiones de jubilación, invalidez y supervivencia. En 2005 se reconoce, tanto a los aún residentes en el extranjero como a los retornados, el derecho a una prestación económica por su condición de menores exiliados que pasaron la mayor parte de su vida fuera de España.[28]Dicha ley incluye asimismo mecanismos para la cobertura sanitaria cuando ésta fuese insuficiente en el lugar de residencia.

Los supervivientes de aquellos niños recibieron, en diciembre de 2003, la Medalla de Honor a la Emigración en su categoría de oro.[11]

Referencias

  1. Colomina Limonero, Immaculada. Breve historia de los niños de la guerra de España en Rusia. Biblioteca del Instituto Cervantes de Moscú, 2005.
  2. por ejemplo, en Cuadriello, Juan Domingo. El exilio republicano español en Cuba, SIglo XXI de España Editores, 2009. ISBN 978-84-323-1387-5, Pág. 45.
    Poco tiempo después, también desde territorio soviético, se trasladaron a la Isla con el fin de impartir clases en la Universidad de La Habana varios profesores de origen español e igualmente con nombres supuestos, pero que en realidad no eran exiliados, sino los llamados "niños de la guerra", que habían sido evacuados a la URSS durante la contienda y se habían formado en ese país.
  3. 3,0 3,1 Alted Vigil, Alicia, El "instante congelado" del exilio de los niños de la guerra civil española. Revista Deportate, esuli, profughe nº 3/2005 pp. 263-281.
  4. Alted Vigil, A. Nicolás Marín, E. González Martell, R. Los Niños de España en la Unión Soviética; De la evacuación al retorno, 1937-1999. Fundación Francisco Largo Caballero, Madrid, 1999. p.33.
  5. María José Devillard, Álvaro Pazos, Susana Castillo y Nuria Medina, Los niños españoles en la URSS (1937-1977: narración y memoria, Ed. Ariel. Barcelona, 2001. ISBN 84-344-1229-2. Pág. 12.
  6. Castillo Rodríguez, Susana. Memoria, Educación e Historia: el caso de los niños españoles evacuados a la Unión Soviética durante la Guerra Civil Española. Tesis doctoral. Madrid, 1999. Página 43.
  7. Tabla extraída de Castillo Rodríguez, Susana. Memoria, Educación e Historia: el caso de los niños españoles evacuados a la Unión Soviética durante la Guerra Civil Española. Tesis doctoral. Madrid, 1999. Página 58.
  8. 8,0 8,1 8,2 8,3 8,4 8,5 Exposición: El exilio español de la Guerra Civil: Los niños de la guerra. Fundación Francisco Largo Caballero.
  9. Alted Vigil, A. Nicolás Marín, E. González Martell, R. Los Niños de España en la Unión Soviética; De la evacuación al retorno, 1937-1999. Fundación Francisco Largo Caballero, Madrid, 1999.
    La diferencia en las cifras podría deberse a la confusión reinante los días previos al embarque en los diferentes transportes. Así, en Castillo Rodríguez, Susana. Memoria, Educación e Historia: el caso de los niños españoles evacuados a la Unión Soviética durante la Guerra Civil Española. Tesis doctoral. Madrid, 1999. Página 85, se lee:
    A la confusión generalizada, se unió el retraso de la salida que provocó alteraciones en las listas de evacuados, ya que los padres, familiares, miembros de la organización y expedición, anotaban y desapuntaban a sus hijos y a los niños; una educadora comenta al respecto, refiriéndose a la expedición que partía de Gijón:
    ...en Asturias se tomó como norma sacar a los niños que estaban en el orfanato minero (...) nosotros llegamos organizados en grupos, con las listas, parte de los que se recogieron, parte de occidental de Asturias y Galicia que venían huyendo, también se recogieron y vinieron, a última hora como tardamos mucho en salir porque teníamos bloqueado el puerto de Gijón por un guardacostas... el crucero ‘España” de los nacionales, y no podía entrar el barco de la Cruz Roja Francesa que nos sacaba hasta Francia, pues estuvimos concentrados 15 días y Odón bombardeándose, entonces muchos los padres los recogieron y al contrario, otros los metieron y ésos son los que no teníamos nosotros controlados, que nos faltaban datos ...
    En cuanto a las dos últimas cifras, en Castillo Rodríguez (op. cit. pág. 58) se hace referencia a otros grupos de españoles que llegaron a la URSS, y el caso de algunos hijos de aquéllos que se habrían incorporado a las Casas de Niños.
  10. Colomina Molinero, Inmaculada. El Rusiñol. Adaptación cultural y lingüística de los exiliados españoles en la antigua Unión Soviética. En Congreso Internacional "La Guerra Civil Española". Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales.
  11. 11,0 11,1 11,2 11,3 Informe de la Dirección General de Inmigración de 11/05/06. Ministerio de Trabajo e Inmigración, Gobierno de España.
  12. Alted Vigil, Alicia. El exilio republicano desde la perspectiva de las mujeres El Sueño Igualitario. Boletín del Coloquio "El republicanismo en la historia de Teruel" nº 13. Grupo de Estudios Masinos. Ayuntamiento de Mas de las Matas. Ed. Cuadernos de Cazarabet, pág. 117.
  13. Arcas Cubero, Fernando. Artículo en Diario Sur.
  14. 14,0 14,1 65 años como 'niño de la guerra' en Rusia, reportaje en El País sobre la vida de Alberto Fernández, presidente del Centro Español de Moscú.
  15. Identidad y memoria colectiva en "Los Niños de Rusia", Colorado Review of Hispanic Studies, vol. 1 nº 1 (2003), página 9.
  16. Castillo Rodríguez, Susana. Memoria, Educación e Historia: el caso de los niños españoles evacuados a la Unión Soviética durante la Guerra Civil Española. Tesis doctoral. Madrid, 1999. Página 40.
  17. Alted Vigil, A. Los exilios de la España contemporánea. Revista Ayer, año 2002. p.145.
  18. Castillo Rodríguez, Susana. Memoria, Educación e Historia: el caso de los niños españoles evacuados a la Unión Soviética durante la Guerra Civil Española. Tesis doctoral. Madrid, 1999. Página 5.
  19. Castillo Rodríguez, Susana. Memoria, Educación e Historia: el caso de los niños españoles evacuados a la Unión Soviética durante la Guerra Civil Española. Tesis doctoral. Madrid, 1999. Página 10.
  20. Testimonio de dos 'niñas de Rusia' en Jaca El sueño igualitario. Boletín del Coloquio "El republicanismo en la historia de Teruel nº 13. Grupo de Estudios Masinos. Ayuntamiento de Mas de las Matas. Ed. Cuadernos de Cazarabet, pág 21 (Fuente: Diario del Altoaragón).
  21. Diversos calendarios de efemérides: p. ej. Eldia.es o Hispanópolis.com.
  22. Desde Santurce a Leningrado Artículo en El Correo Digital. 15-06-2008.
  23. Artículo en El Comercio Digital.
  24. en Cuadriello, Juan Domingo. El exilio republicano español en Cuba, Siglo XXI de España Editores, 2009. ISBN 978-84-323-1387-5, Pág. 45, se hace referencia a la llegada de un grupo de niños de Rusia para impartir clases en la Universidad, y al hecho de que usaban "nombres supuestos" al igual que otros agentes enviados por Moscú,
    para no poner al descubierto la colaboración que ya entonces le brindaba el régimen de Moscú al Gobierno revolucionario cubano
  25. Castillo Rodríguez, Susana. Memoria, Educación e Historia: el caso de los niños españoles evacuados a la Unión Soviética durante la Guerra Civil Española. Tesis doctoral. Madrid, 1999. Página 22.
  26. Castillo Rodríguez, Susana. Memoria, Educación e Historia: el caso de los niños españoles evacuados a la Unión Soviética durante la Guerra Civil Española. Tesis doctoral. Madrid, 1999. Páginas 38-39.
  27. Ley 18/1990, de 17 de diciembre (BOE 18 de diciembre), sobre reforma del Código Civil en materia de nacionalidad. [1]
  28. por Ley 3/2005, de 18 de marzo (BOE 21 de marzo) [2], cumpliendo lo establecido en la disposición adicional quincuagésima quinta de la Ley 2/2004, de 27 de diciembre (BOE 28 de diciembre), de Presupuestos Generales del Estado para 2005. [3]

Bibliografía

  • Castillo Rodríguez, Susana. Memoria, Educación e Historia: el caso de los niños españoles evacuados a la Unión Soviética durante la Guerra Civil Española. Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. Departamento de Antropología Social. Madrid, 1999. Texto completo

Véase también

Enlaces externos

Capítulo VI - Evacuaciones de niños al extranjero durante la guerra. Unión Soviética. Con abundante material fotográfico.