Nacionalismo
El nacionalismo es la idea del aislamiento nacional, desconfianza hacia otros países y hostilidad internacional. Es la base de muchas políticas y doctrinas burguesas. Fruto del desarrollo capitalista, presenta dos variedades:
- chovinismo (grandes potencias);
- nacionalismo local de naciones subyugadas.
Los capitalistas utilizan el nacionalismo para hacer de los intereses de la burguesía los intereses del pueblo en general, para dividir el movimiento proletario y para justificar las guerras.[1]
Aunque en ciertos momentos los comunistas apoyan al nacionalismo de pueblos oprimidos en cuanto éste trae reformas democráticas y antiimperialistas, el nacionalismo es inaceptable dentro de los intereses de los trabajadores. La alternativa es la solidaridad internacional entre los obreros, el internacionalismo proletario.[1]
Surgimiento del nacionalismo
El nacionalismo surge en el contexto de las doctrinas liberales contra las fuerzas feudales y estamentales del Antiguo Régimen, siendo la base de la Revolución burguesa. Así, frente a las doctrina del Antiguo Régimen con una sociedad divida en tres estamentos a los que se accede por nacimiento, y con la nobleza (y el rey a la cabeza) como depositaria de los "intereses de la nación", las fuerzas burguesas van a defender la doctrina de la "soberanía nacional", es decir, la soberanía reaería, teóricamente, en el "pueblo", siendo la base del concepto democrático burguñes. Sin embargo, durante la propia Revolución francesa afloraron las contradicciones de esta nueva doctrina, pues en la práctica, el poder recaería en la propia burguesía, teniendo derecho al voto únicamente los varones de rentas altas (salvo en la etapa jacobina, donde sí hubo sufragio universal masculino), estando excluída la mayoría trabajadora. El concepto interclasista de "nación" se utilizó incluso en ocasiones conta la organización de sindicatos de trabajadores, declarados ilegales. En ese contexto hay que entender la cita de Marx y Engels de 1848, en unos momentos en los que, el propio nacionalismo burgués excluía al proletariado de su propio concepto de nación a la vez que, hipócritamente, acusaba al movimiento obrero de querer suprimir la nación.
Para el propio desarrollo del capitalismo, frente a la sociedad feudal, fue necesario el desarrollo de una economía nacional, para la cual el nacionalismo jugó un papel imprescindible.
El marxismo frente al nacionalismo
En el Manifiesto del Partido Comunista, Marx y Engels dicen:
Lenin, quien apoyaba el derecho a la autodeterminación de las naciones oprimidas, condenaba tajantemente el nacionalismo chovinista y la traición de los socialdemócratas que apoyaron la Primera Guerra Mundial, contienda de carácter nacionalista e imperialista. Por tanto, se establece una diferenciación entre el apoyo a determinados movimientos de liberación nacional en naciones oprimidas, tratando de evitar caer en el exclusivismo chovinista, y el nacionalismo imperialista de los estados-nación y las naciones opresoras. Consideraba un deber del proletariado que formaba parte de las naciones opresoras, apoyar al proletariado de las naciones oprimidas, tratando de evitar que la compleja cuestión nacional pudiera ser motivo de división en el seno del proletariado.
Sin embargo, el posicionamiento del comunismo con respecto al nacionalismo no ha sido siempre unívoco, así Jorge Dimitrov llega a decir:
La cuestión se hace más compleja no sólo en las naciones oprimidas, sino en los territorios sometidos a dominio colonial por el imperialismo. Como movimiento antiimperialista, el comunismo ha apoyado algunos movimientos progresistas de liberación nacional en dichos territorios, tratando de evitar que estos deriven hacia el chovinismo.