Constitución de la Unión Soviética de 1977
La Constitución de la Unión Soviética de 1977 fue la cuarta y última constitución de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), si no contamos la Constitución de 1918, sancionada luego de la Revolución de Octubre y que no se aplicó en principio a la Unión Soviética —todavía no existía— sino a la que luego sería uno de sus Estados parte más importante, la República Socialista Federativa Soviética de Rusia. La Constitución de 1977 convalidó la propiedad socialista de los medios de producción y el manejo centralizado y planificado de la economía, haciendo explícito sin embargo que esto se complementaba con un marco de independencia para cada empresa, cooperativa u otra organización.
Sin embargo, durante el gobierno de Mijaíl Gorbachov una serie de reformas a la Constitución en el marco de la llamada Perestroika cambió radicalmente los artículos relativos a la economía, terminando con su carácter socialista y reimplantando el capitalismo, lo que supuso la desaparición de la Unión Soviética y la reaparición de desigualdades sociales, así como una crisis económica.
El artículo 72 garantizaba el derecho a la autodeterminación y a la secesión, lo cual fue utilizado en 1991 para disolver la Unión.