Partido Comunista de España

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Partido Comunista de España
Logotipopce.svg
Secretario/a general José Luis Centella
Fundación 13 de abril de 1921
Ideología política Socialismo democrático, laicismo, republicanismo, antiimperialismo, antifascismo, internacionalismo.[1]
Posición en el espectro Izquierda revolucionaria
Partidos creadores Partido Comunista Español
Partido Comunista Obrero Español
Sede C/Olimpo, 35, 28043, Madrid
Organización juvenil Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE)
Afiliación internacional Internacional Comunista (1921-1943), Partido de la Izquierda Europea, Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros (EIPCO)
Congreso
6 / 350
(dentro de Izquierda Unida )
Europarlamento
1 / 54
(dentro de Izquierda Unida )
Sitio web www.pce.es
Publicación Mundo Obrero
Utopías-Nuestra Bandera
1 Integrado desde 1986 en Izquierda Unida.
2 Vinculado a la CCOO, desde la fundación del sindicato.


El Partido Comunista de España (PCE) es un partido político marxista del Estado español formado el 14 de noviembre de 1921 a raíz de una escisión del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) formada por personas disconformes con la socialdemocracia y cuya intención inicial era sumarse a la III Internacional convocada por Lenin.

Fundado en sus orígenes por la unión del Partido Comunista Español y el Partido Comunista Obrero Español (PCOE). A partir de los años 70, con la línea eurocomunista impulsada por Santiago Carrillo, abandona los postulados leninistas. Desde 1986 forma parte de Izquierda Unida.


Historia

Fundación e inicios (1920-1931)

Antecedentes

El 15 de abril de 1920, en la Casa del Pueblo de Madrid, fue fundado el Partido Comunista Español por la Federación de Juventudes Socialistas, que ya durante la Primera Guerra Mundial había apoyado a los internacionalistas encabezados por Lenin, y que acordó en su V Congreso, celebrado en diciembre de 1919, adherirse a la Internacional Comunista. Entre sus fundadores estaba Dolores Ibárruri, y lo conformaron desde el principio trabajadores jóvenes, estudiantes, obreros, intelectuales y campesinos. El órgano de expresión del Partido Comunista Español paso a ser El Comunista, en el que apareció el Manifiesto de fundación del partido, en el cual se hacía hincapié en que era necesario apartarse del reformismo y defender la revolución como única vía para la consecución del socialismo.

El 13 de abril de 1921, después del III Congreso Extraordinario del PSOE, en el que se abrió la brecha entre partidarios de adherirse a la III Internacional y los que no, Antonio García Quejido, fundador del PSOE y de la UGT, y uno de los líderes más prestigiosos del movimiento obrero, declaró que los vocales de la Ejecutiva partidarios de la III Internacional se separaban del PSOE para constituir el Partido Comunista Obrero Español. Entre ellos estaba Daniel Anguiano, que estuvo en la Unión Soviética para observar la marcha de este Estado; su informe posterior, consideró conveniente la integración del PSOE en ésta, por valorar como un avance la III Internacional. El Comité Ejecutivo lo formaban Antonio García Quejido, Anguiano, Virginia González, Manuel Núñez de Arenas y Facundo Perezagua.


Fundación del PCE

El 15 de marzo de 1922, el Partido Comunista de España celebra su I Congreso en Madrid, en el que confluyen el Partido Comunista Español y el Partido Comunista Obrero Español. El primer secretario general fue Antonio García Quejido, que planteó la necesidad de lograr la unidad de la clase obrera en torno a la vanguardia constituida por el nuevo Partido, con el objetivo de alcanzar el Socialismo.

El II Congreso, celebrado el 8 de julio de 1923, eligió a César Rodríguez González, que había sido cofundador del PCOE en 1921, como secretario general del PCE. Ya en ese momento el PCE temía la involución y llamaba a la unidad de los trabajadores. El 13 de septiembre, el general Miguel Primo de Rivera, en connivencia con el rey Alfonso XIII daba un golpe de Estado y establecía la dictadura. Los locales del PCE son clausurados y las detenciones de militantes comunistas se suceden.

Con un PCE ilegal, el III Congreso se celebra en París en agosto de 1929, que elige a José Bullejos como nuevo secretario general. Tras la caída de la dictadura en enero de 1930 y la llegada de la dictablanda, el gobierno del general Berenguer restablece algunas libertades y legaliza algunos partidos políticos, entre los que no se encuentra el PCE. El 23 de agosto de ese año aparece el primer número semanal del órgano del Partido, Mundo Obrero, que en diciembre del año siguiente se transformó en diario.

Segunda República (1931-1939)

Liderazgo de José Díaz

Tras la proclamación de la República el 14 de abril de 1931, el PCE volvió a la luz en una situación muy precaria, después de estar prácticamente en la clandestinidad o casi en ella desde su fundación, pasaba a ser legal, pero contaba con escasa influencia social e institucional. De hecho el único alcalde comunista era Luis Cicuéndez, natural de La Villa de Don Fadrique (Toledo), de donde fue nombrado alcalde tras la segunda vuelta de las elecciones municipales de 1931.
Archivo:Alcaldepce.jpg
Retrato de Luis Cicuendez Muñoz, primer alcalde comunista de España de La Villa de Don Fadrique.


El 17 de marzo de 1932 se celebró el IV Congreso del PCE en Sevilla, que elige a José Díaz como secretario general, con el objetivo de construir un gran partido comunista de masas. Pasa a la alianza con otras fuerzas y a la defensa del Estado en la guerra, y en esta labor jugaron un papel importante los miembros del Comité Central Dolores Ibárruri, Vicente Uribe, Antonio Mije, Manuel Delicado y Pedro Checa, entre otros. El 3 de diciembre de 1933, es elegido el primer diputado comunista de la historia del Estado español, Cayetano Bolívar Escribano, que salió de la cárcel para ocupar su escaño por la provincia de Málaga.

Posteriormente, en la llamada Revolución de 1934 contra la política del gobierno radical-cedista, el PCE desempeñó un papel menor que el del PSOE. Sin embargo tuvo que volver a la clandestinidad. En ese momento el PCE se adhiere a la política de crear un Frente Popular que agrupe a todas las fuerzas de izquierda. Tras la victoria electoral del Frente Popular el 16 de febrero de 1936, el prestigio del Partido Comunista creció rápidamente: en cinco meses pasa de 30.000 a 100.000 afiliados.

La expansión del PCE tuvo en los momentos previos a la Guerra Civil y en los inmediatamente posteriores dos grandes hitos:


Guerra Civil Española

Desde que estalló la Guerra Civil, la estrategia del PCE fue siempre el buscar la unidad contra la reacción golpista, formando un Frente Popular que aglutinara a todas las fuerzas leales a la República, incluyendo a la pequeña burguesía y a determinados sectores de la media burguesía.

Así, prestó su apoyo para organizar la lucha contra el fascismo desde el primer gobierno constituido durante la guerra, el presidido por José Giral, de Izquierda Republicana (IR).

En Madrid, la mayoría de los militantes del PCE colaboraron en el cierre de los caminos de acceso a la ciudad. Al mismo tiempo, el Partido realizó un denodado esfuerzo para incorporar a la lucha, encuadrando en los primeros batallones de milicias a millares de combatientes antifascistas. En Barcelona, tras derrotar a las guarniciones sublevadas, se constituía el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC).

En esa lucha, que se desarrollaba de un extremo a otro del país, tomaron parte desde el primer momento los dirigentes comunistas José Díaz, Dolores Ibárruri, Vicente Uribe, Pedro Checa y Antonio Mije, además de los dirigentes de la Juventudes Socialistas Unificadas como Santiago Carrillo, Trifón Medrano, Fernando Claudín, José Cazorla, Federico Melchor, Ignacio Gallego, Andrés Martín y Lina Odena. Los dos últimos cayeron en los primeros combates.

El PCE también fue responsable de la creación de las Milicias Antifascistas Obreras y Campesinas (MAOC) y de la unidad sindical entre la Unión General de Trabajadores y la CGTU.

El gobierno republicano solo recibió ayuda de la URSS y Mexico, escasa en comparación con el inmenso apoyo militar y armamentístico de la Alemania nazi y la Italia fascista a los sublevados.

Las Brigadas Internacionales

El 29 de julio de 1936, a los diez días de haber empezado la guerra, Dolores Ibárruri hace un llamamiento internacional por radio para defender la Republica. Comenzaron a formarse las Brigadas Internacionales de voluntarios, representantes de más de medio centenar de países, en las que había comunistas, socialistas, gente de otros partidos, obreros, campesinos, intelectuales y antifascistas en general.

Emblema del 5º Regimiento.

El 4 de septiembre de 1936, para aceptar las responsabilidades gubernamentales, el socialista Francisco Largo Caballero exigió la colaboración de los comunistas, así que el PCE accedió a entrar en el gobierno para formar un gobierno del Frente Popular. Nombró como representantes suyos en el gobierno a Vicente Uribe y Jesús Hernández Tomás.

En una asamblea pública celebrada en Madrid, el PCE expuso los puntos esenciales del programa político que eran, en resumen, ganar la guerra, resolver los problemas de la revolución democrática y robustecer la unidad de todas las fuerzas populares, con lo cual las medidas revolucionarias quedarían aplazadas.

Desde el Partido pensaron que si se hubiese intentado establecer el comunismo, el Frente Popular se habría roto automáticamente y la continuación de la resistencia a la agresión militar fascista hubiera sido imposible, por lo que el PCE permaneció fiel a sus compromisos y fue el más abnegado defensor de la República democrática.

El Ejército Popular

El Partido Comunista empezó a crear un Ejército Popular prácticamente apenas iniciada la guerra con las formaciones que constituyeron el Quinto Regimiento de Milicias Populares, que llegó a contar con 70.000 combatientes antifascistas y que echó los cimientos de la nueva organización militar. El 5º Regimiento dotó de cuadros de mando al naciente Ejército del Pueblo.

Los postulados esenciales de esa política, fueron los siguientes: la utilización de los mandos que iban surgiendo del pueblo en los puestos a los que eran elevados por los propios combatientes; el desarrollo de un amplio trabajo de preparación y educación militar de nuevos cuadros, surgidos también del pueblo; la utilización simultánea en el nuevo Ejército de todos los antiguos militares fieles a la República; el nombramiento de comisarios políticos en todas las unidades de las fuerzas armadas...

Entre los combatientes populares figuraron muchos miembros del PCE como Santiago Aguado, Guillermo Ascanio, Bautista, José Bobadilla Candón, Cristóbal Errandonea, Valentín Fernández, Eduardo García, Enrique García, Enrique Líster, Manolín, Pedro Mateu Merino, Rafael Menchaca, Juan Modesto, Antonio Ortiz, Pando, Vicente Pertegaz, Polanco, Puig, Recalde, Joaquín Rodríguez, Francisco Romero Marín, Alberto Sánchez, José Sánchez, Eugenio R. Sierra, Ramón Soliva, Etelvino Vega, Agustín Vilella, Vitorero, Matías Yagüe y otros.

Al mismo tiempo, militares del antiguo Ejército ingresaron en el PCE para convertirse en su seno en cuadros y dirigentes del mismo, como Luis Barceló, Bueno, Francisco Ciutat, Antonio Cordón, José María Galán, Rodrigo Gil, Ignacio Hidalgo de Cisneros, Manuel Márquez, Matz o Pedro Prado, entre otros. Este empleo de los oficiales del antiguo Ejército en puestos de mando y responsabilidad de las Fuerzas Armadas se consideró que se ajustaba a los principios del marxismo-leninismo.

Pero la política del Frente Popular le llevó a conflictos con los anarquistas de la CNT-FAI y los trotskistas del POUM, los cuales no estaban de acuerdo con las alianzas con la pequeña burguesía ni en posponer la revolución a la guerra. Por otro lado, como artífice de la militarización de las milicias en el Ejército Popular Republicano, el PCE también fue acusado de deshumanizar el proceso revolucionario.

Durante la guerra civil, el Partido alcanzó los 300.000 militantes, mientras que la JSU los 500.000 militantes.


Dictadura franquista (1939-1975)

Reorganización y lucha armada

Tras la victoria de Franco, los demócratas en general y los comunistas en particular pasan a vivir momentos duros. El régimen de Franco, totalmente antidemocrático y anticomunista, demonizó literalmente al PCE, encarcelando, torturando y asesinando a sus miembros, sometiendo a algunos de ellos a juicios sumarísimos que carecían de cualquier garantía mínima para que los encausados pudieran ser juzgados con equidad. El gobierno franquista aplicó la ley retroactivamente, calificando de insurgentes a los que se mantuvieron fieles a la legalidad constitucional. En esas durísimas condiciones, el PCE se tuvo que reorganizar en la clandestinidad (País Vasco, Galicia, Andalucía, Extremadura, Valencia, Navarra y Cataluña mantuvieron organización), en el exilio (México, Cuba, Chile, Uruguay, Francia y el norte de África, además de la Unión Soviética) y en las cárceles (en las que había dirigentes como Girón o Guillermo Ascanio).

Al poco tiempo de iniciarse la Segunda Guerra Mundial, el Secretario General José Díaz muere en Tiflis, y es sustituido por Dolores Ibárruri, "Pasionaria". El partido se iba reorganizando poco a poco y en 1943, Mundo Obrero, "Verdad", "Unidad", "El Obrero" y "Nuestra bandera" se publicaban en diversas zonas de España. De hecho, durante mucho tiempo, el PCE fue la principal, cuando no la única, fuerza organizada contra la dictadura de Franco. Entre 1944 y 1948 impulsa la lucha guerrillera, el llamado maquis, en la que el PCE sobrevaloró sus fuerzas o minusvaloró las del gobierno franquista, y que terminó con la muerte de muchos militantes comunistas y una dura represión por parte del gobierno fascista sobre la población civil de las zonas en las que actuaba esta guerrilla, que hizo perder apoyos en una población rural que pasaba además graves dificultades económicas y muy manipulada por una iglesia, que al igual que durante la II República y la Guerra Civil, seguía alineada inequívocamente con la ultraderecha. Por todo ello, el partido decidió abandonar la vía guerrillera en 1948, aunque algunos focos se mantuvieran hasta 1952.

Frente amplio y lucha sindical

En 1947 se producen en el metal de Madrid y en las empresas textiles de Cataluña los primeros movimientos reivindicativos, durísimamente reprimidos por el franquismo. A partir de ese momento la situación vuelve a empeorar para los comunistas, pues a la represión anterior se une la guerra fría, durante la cual el gobierno dictatorial pasa a ser un importante auxilio en la política de los Estados Unidos frente a la Unión Soviética, que es quien marca la línea del PCE. Siguiendo la táctica leninista, el partido opta por combinar la lucha clandestina con el aprovechamiento de los resquicios legales que el sistema permite: los comunistas participan en los sindicatos verticales y en todas las organizaciones de masas que existen (hermandades de acción católica, gremios...). En las elecciones de enlaces sindicales de 1950 ya son elegidos numerosos obreros comunistas y otros concienciados. Este movimiento dará origen a las Comisiones Obreras. Mientras tanto Radio España Independiente, desde el exilio, emite para España la visión del PCE.

El 12 de marzo de 1951 el PSUC llama a la huelga general en Cataluña. En Euskadi, Navarra y Madrid se producen otras huelgas. A los obreros se les van uniendo estudiantes e intelectuales, muchos de ellos ya pertenecientes a una nueva generación crecida durante el franquismo.

En septiembre de 1954 se celebra el V Congreso del PCE, en el que se establece la nueva táctica, en dos etapas. En la primera se propugnaba la creación de un frente amplio que liquidara la dictadura y formara un gobierno provisional. Este gobierno debería restablecer las libertades democráticas, amnistiar a presos y exiliados políticos, y adoptar medidas urgentes para mejorar las condiciones de vida de la población. Tras ello se deberían convocar elecciones y desarrollar la democracia. En junio de 1956 el PCE diseña su política de "Reconciliación Nacional". En ese momento, los estudiantes cuentan con una fuerza creciente, el SEU se ha liquidado y empiezan a surgir movimientos democráticos burgueses en el interior de España, algunos de cuyos miembros procedían de sectores disconformes de la derecha, e incluso de la propia Falange. Cada vez más, la lucha del PCE representa con mayor claridad la lucha por las libertades democráticas. Para conseguir aliar a todas las fuerzas democráticas se entiende que hay que cancelar responsabilidades de la guerra civil y la posguerra:

"...El Partido Comunista representa sin duda a la parte del pueblo que más ha sufrido en estos veinte años; a la clase obrera, los jornaleros agrícolas, los campesinos pobres, la intelectualidad avanzada. Si de hacer el capítulo de agravios se tratara, nadie lo tendría mayor que el nuestro. Nosotros entendemos que la mejor justicia para todos los que han caído y sufrido por la libertad consiste, precisamente, en que la libertad se establezca en España. Una política de venganza no serviría a España para salir de la situación en que se encuentra. Lo que España necesita es la paz civil, la reconciliación de sus hijos, la libertad."[2]

Pero el régimen franquista había recibido un importantísimo espaldarazo en 1955: apoyado y avalado por los Estados Unidos entra a formar parte de la ONU. La lucha clandestina debe continuar, pues el régimen se siente fortalecido y acentúa la represión. En 1957 el PCE participa en los boicots que se producen en Madrid y Barcelona, así como en las luchas obreras que se producen en Sevilla, Alcoy, Valladolid y muy especialmente en las de los mineros de Asturias de marzo de 1958.

Liderazgo de Santiago Carrillo

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Imagen del VI Congreso del PCE, celebrado en Praga en 1960. En primer término, Santiago Carrillo, que se convirtió entonces en el secretario general del Partido. Cerca de él, la presidenta, Dolores Ibárruri.

En enero de 1960 se reunió el VI Congreso del PCE en Praga, que eligió a Santiago Carrillo como secretario general, que desplaza a Dolores Ibárruri a la presidencia del Partido. En plena crisis económica, con el salario real de los trabajadores cayendo en más de un 40% debido a la suspensión de las horas extra, primas y pluses, el Partido capitaliza la contestación a Franco creando las Comisiones Obreras (CCOO) y llamando a la Huelga Nacional Pacífica. Los despidos eran cada vez más frecuentes y el paro avanzaba, dificultades que alcanzarían también a la pequeña burguesía y a los comerciantes, afectados también por la caída en el poder adquisitivo de la mayor parte de la población.

La sustitución de Stalin por Kruschev al frente del PCUS y de la Unión Soviética había hecho cambiar la política de todos los partidos comunistas. Pero además, el PCE, siguiendo la estela del Partido Comunista Italiano va buscando una vía autónoma y ebozando lo que se denominará eurocomunismo. Sin embargo, en este camino, la actitud a veces excesivamente personalista del nuevo secretario general irá apartando a cuantos discrepan de la línea de la dirección: en 1964 Fernando Claudín y Jorge Semprún son expulsados de modo sumarísimo del Partido. Ese mismo año se produce la escisión de un sector en contra de la política de reconciliación nacional y el eurocomunismo, que pasa a constituir el Partido Comunista de España (marxista-leninista).

A mediados de 1965 se celebra el VII Congreso del PCE, en el que se defiende el avance al socialismo por una vía pacífica, parlamentaria y adecuada a los rasgos específicos de España, apostando por el no alineamiento en el plano internacional. Tras la condena de la invasión soviética de Checoslovaquia en 1968 se escindirá el Partido Comunista de España (VIII-IX Congresos).

Tras el VIII Congreso (1972), en el que se traza la línea definitiva que seguirá el Partido, Enrique Líster funda el Partido Comunista Obrero Español, que se escinde del PCE. En Canarias se escinde la OPI (Oposición de Izquierdas). La nueva política de Carrillo se concreta en la constitución en París con otros partidos y personalidades independientes de la Junta Democrática de España el 30 de julio de 1974, organismo clave en la transición española y más adelante en Coordinación Democrática (la llamada "platajunta"), unión entre la Junta y la Plataforma de Convergencia auspiciada por el PSOE.

Transición y ruptura interna (1975-1986)

Primera fiesta del PCE en la Casa de Campo de Madrid. Día de clausura.

Durante la Transición española el PCE vuelve a la legalidad (9 de abril de 1977), presentándose a las elecciones con Santiago Carrillo como candidato. En realidad, se había producido un profundo problema en el seno del PCE. Los militantes del interior se veían como los custodios del Partido hasta que los "históricos" exiliados pudieran retornar. Cuando así ocurrió, la militancia del interior -muy próxima a la realidad española y representante de las posturas rupturistas con la dictadura- puso efectivamente en las manos de los exiliados retornados -tremendamente apartados de la realidad española por su larga ausencia- la dirección de la organización. Esta dirección, ya totalmente eurocomunista, modera su discurso y renuncia a reivindicaciones históricas (como la República) aceptando la monarquía parlamentaria, la democracia burguesa y el capitalismo.

En 1978, en el IX Congreso del PCE, se ahondaría en esta división cuando el partido dejase de considerarse marxista-leninista para pasar a definirse como marxista revolucionario. Además, se pasa de una estructura celular a una territorial y se muestra un distanciamiento con la URSS, hecho que dio lugar a muchas convulsiones internas. Así se llegó al X Congreso, en julio de 1981, con escisiones del PCE en el País Vasco y Catalunya, ganando nuevamente la disputa Santiago Carrillo. Todos estos cambios internos pudieron influir en que, pese a ser el partido obrero más numeroso (con más de 200.000 militantes en 1977 y 170.000 en 1979), controlar la central sindical mayoritaria (Comisiones Obreras) y tener gran presencia en la calle, sólo obtuviera en torno a un 10% de los votos en las elecciones de 1977 y 1979 lo que, unido a una ley electoral que beneficiaba al bipartidismo, redujo la representación parlamentaria del Partido.

Para octubre de 1982 se habían convocado elecciones generales en España, y Santiago Carrillo denunció que la convocatoria se celebraría con las normas electorales de 1977 y 1979, que consideró de dudosa constitucionalidad, ya que beneficiaban a Alianza Popular (precursor del actual Partido Popular) y al PSOE. Además, aseguró que el entonces presidente Calvo Sotelo, había precipitado la convocatoria para provocar una bipolarización política en ambos partidos, con el objetivo de reducir al máximo la representación política del PCE, que era entonces el único partido que defendía un frente democrático, marxista y revolucionario. Y así fue, pues en aquellos comicios continuó la caída electoral al concentrarse el voto de la izquierda en el PSOE, que ganó con mayoría absoluta, por lo que Carrillo dimitió como secretario general, siendo sustituido por Gerardo Iglesias.[3]

Después de la dimisión de Carrillo y tras una ligera recuperación electoral en las elecciones muncipales, el 20 de diciembre de 1983 se celebró el XI Congreso del PCE, en el que participaron 85.000 militantes, y que terminó totalmente dividido entre los eurocomunistas de Santiago Carrillo, el sector prosoviético liderado por Ignacio Gallego, y los renovadores que lograron la mayoría eligiendo a Gerardo Iglesias como secretario general y acordando la construcción de un proyecto unitario de la izquierda, que buscase la convergencia social y política con otras fuerzas.[4] Finalmente, entre el 13 y el 15 de enero de 1984, tuvo lugar en Madrid el congreso celebrado por el sector prosoviético, en el que participaron también el Partido de los Comunistas de Cataluña, el Partido Comunista de España Unificado, el Movimiento para la Recuperación del PCE y Células Comunistas. Este proceso, en el que participaron 10.000 militantes, dio lugar al Partido Comunista de los Pueblos de España y a su organización juvenil, los Colectivos de Jóvenes Comunistas. El nuevo partido fue también reconocido por el Partido Comunista de la Unión Soviética y los partidos comunistas de los países del Pacto de Varsovia.[5]

En octubre de 1984, el gobierno de Felipe González (PSOE), pactó una reforma electoral con Alianza Popular, y el entonces vicesecretario general del PCE, Enrique Curiel, criticó que dicha reforma mantenía la Ley de D'Hondt que perjudicaba especialmente a los comunistas y que favorecía al bipartidismo, ya que mantenía las grandes diferencias en el coste de votos que los partidos necesitan para obtener un lugar en el Parlamento.[6]

En 1985, los carrillistas son expulsados de los órganos de dirección y éstos se escinden para fundar el PTE-UC. Ese año la afiliación había bajado a 67.000. Sin embargo, años más tarde, tras la fundación de Izquierda Unida, Ignacio Gallego volvería al PCE junto a 8000 militantes del PCPE, 48 miembros del Comité Central y la mayoría de cargos públicos.

Actividad en Izquierda Unida (1986-actualidad)

Francisco Frutos, secretario general del PCE entre 1998 y 2009, durante un encuentro con el Partido Comunista de Chile en 2005.

Fundación de Izquierda Unida

En 1986, y tal y como se había acordado en el último congreso, el PCE es el principal impulsor de la coalición Izquierda Unida (IU), constituida junto a otras fuerzas políticas como Izquierda Republicana, y en el que también participaría el PCPE. En las elecciones generales de 1986, IU obtendría 7 escaños, correspondiendo 4 al PCE y 1 al PCPE.

En febrero de 1988, durante el XII Congreso del PCE, Gerardo Iglesias renunció a todos sus cargos y Julio Anguita, conocido por haber sido alcalde de Córdoba, pasó a ser el secretario general del PCE. Bajo su dirección, el Partido recuperó buena parte de la ilusión y preceptos ideológicos anticapitalistas, hecho que hizo considerar al entonces secretario general del PCPE, Ignacio Gallego, el regreso al PCE. Así, en noviembre de ese año fue expulsado, y en enero de 1989, tras un Congreso Extraordinario, se reincorporaría al PCE junto a 8.000 militantes, 48 miembros del Comité Central y la mayoría de cargos públicos del PCPE.

Con todo, en el PCPE se quedó el sector encabezado por su nuevo secretario general, Juan Ramos Camarero, que abandonó la coalición, y en las siguientes elecciones generales de octubre de 1989, IU duplicaría su número de votos y obtendría 17 diputados, correspondiendo 13 al PCE y 1 al PSUC.

Liderazgo de Julio Anguita

Pero a pesar de los buenos resultados que estaba teniendo IU, en el XIII Congreso del PCE, celebrado en diciembre de 1991 y al que se llegó con 70.000 militantes, hubo un sector, encabezado por Francisco Palero y Juan Berga, que consideraba que el comunismo como ideología se había agotado, y que los partidos comunistas ya no eran instrumentos válidos, por lo que defendió la disolución del partido dentro de IU. Prevaleció por un 74,6% la postura defendida por el secretario general, Julio Anguita, de continuar con una IU construida como movimiento político y social, que contara con partidos en su seno a modo de corrientes, debido a la pluralidad ideológica de los componentes de la coalición. El PCE cedería parte de su soberanía para aumentar la actividad de IU, y para hacer sus decisiones vinculantes.[7]

En las siguientes elecciones, IU consiguió casi 400.000 votos más, obteniendo un nuevo escaño. La estrategia política del PCE, en la que se insistiría más desde el XIV Congreso, en diciembre de 1995, era la de evitar cualquier tipo de pacto con el PSOE, en tanto este no abandonase sus políticas neoliberales y conservadoras. Para el PCE, los dirigentes del PSOE formaban parte de la élite dominante y les acusaban de haberse blindado en buenos sueldos y prebendas, y de ser parte de la aristocracia.[8] Al mismo tiempo, aumentaban las tensiones con el PSUC, por la intención de su secretario general de disolverlo en Iniciativa per Catalunya, y con CCOO, a cuyo secretario general, Antonio Gutiérrez (hoy diputado del PSOE), le acusaban de tener un pacto con el PSOE. El sindicato corría el riesgo de convertirse en "apéndice del Estado", alertó Julio Anguita, quien también anunció que no volvería a presentarse a la reelección como secretario general del PCE.[9]

Fue durante esta etapa que IU logró sus mejores resultados, ya que en las elecciones generales de marzo de 1996, IU alcanzaría su techo histórico sobrepasando la barrera del 10% de votos y obteniendo 21 diputados, 12 del PCE y 2 del PSUC. En septiembre de 1997, en la fiesta del PCE, Anguita anunciaba que iban a defender una España republicana y federal, y en la fiesta del año siguiente, defendió el derecho de autodeterminación de los pueblos, y aclaraba que su partido sólo había aceptado la Monarquía de forma temporal, durante la Transición, para llegar al consenso, siempre y cuando se desarrollase la constitución.[10] Sin embargo, el 17 de agosto de 1998, Anguita sufre un segundo infarto, que acelera su retirada de la primera línea política.[11]

Acercamiento al PSOE y declive

En diciembre de 1998, se celebra el XV Congreso del PCE, en el que pasó a ocupar la secretaría general del Partido Francisco Frutos, en sustitución de Anguita que tuvo que retirarse de forma prematura. Dicho congreso se celebró en medio de grandes tensiones con Comisiones Obreras, ya que los comunistas defendieron un sindicato "de clase y democrático", a la vez que acusaron a la dirección de "represora", y defendieron que los militantes luchasen democráticamente dentro del sindicato "para cambiar políticas y a algunos dirigentes", algo que del sindicato consideró una injerencia.[12]

Con motivo de las elecciones generales de marzo de 2000, Frutos es nombrado como candidato de Izquierda Unida sin haber sido elegido coordinador general, y habiendo firmado un acuerdo pre-electoral de investidura con el PSOE. El resultado fue un fracaso para el PCE, por lo que a finales de ese mismo año, Gaspar Llamazares fue elegido coordinador federal en la VI Asamblea Federal de IU por un estrecho margen frente a Francisco Frutos, aunando los votos de diversas corrientes de IU críticas con la dirección saliente.

El nuevo coordinador de IU se apoyó en el PSOE, con una política de enfrentamiento con el PCE, que traería fuertes problemas internos y presiones que debilitaron al Partido.

Pese a las diferencias, en el XVI Congreso del PCE, celebrado en marzo de 2002, Frutos pactó con el entonces coordinador general de IU una lista, enfrentada a la de Ángeles Maestro (Corriente Roja), con el fin de lograr una mayoría en CCOO distinta a la de José María Fidalgo.[13]

En diciembre de 2004 se celebró con carácter extraordinario la VIII Asamblea Federal de Izquierda Unida, tras la crisis abierta por las sucesivas derrotas electorales sufridas por la coalición y por la división en su dirección. El PCE presentó entonces como candidato a Enrique Santiago, pero volvió a salir elegido Gaspar Llamazares como coordinador federal, en un proceso muy polémico que algunos sectores calificaron de irregular debido a que la candidatura de Santiago (respaldada también por las Juventudes Comunistas) y la presentada por Sebastián Martín Recio (respaldada por los sectores más a la izquierda de IU), sumaron más de un 50% frente al 49% de la lista oficial de Llamazares.

La reelección de Gaspar Llamazares fue muy polémica porque se debió a un sistema aprobado en una reforma de los estatutos previa a la elección y durante la misma Asamblea, consistente en que votaran no solamente la mitad del Consejo Político Federal elegido en la propia Asamblea, órgano competente para elegir al coordinador federal, sino también los coordinadores de las federaciones. Así, el Consejo Político Federal al completo, ratificó la elección de Gaspar Llamazares por un 54%, algo que también generó polémica, ya que sus oponentes entendían que era necesario un mínimo del 60% para presentarse a una segunda reelección a coordinador, como disponen los estatutos. La Comisión de Garantías resolvió la cuestión a favor de Llamazares al entender que no se había agotado el segundo mandato, ya que la VIII Asamblea se había anticipado.

Refundación de IU y PCE

En el XVII Congreso del PCE, celebrado en junio de 2005 con 27.000 militantes, Francisco Frutos es reelegido secretario general, y como presidente se elige a Felipe Alcaraz, quien reuniría varias responsabilidades hasta ese momento del secretario general. Dolores Ibárruri, La Pasionaria, es declarada Presidenta de Honor a perpetuidad. Se apuesta por la reconstrucción y el relanzamiento del partido, al que se considera que ha empezado a funcionar como corriente dentro de IU.

No se acepta para ello la salida de IU, como proponía Corriente Roja, y que llevaría a la organización a escindirse del PCE.[14] En cambio, se apuesta por recuperar la soberanía dentro de IU, entendiendo que esta debería volver a funcionar como un movimiento político y social que permitiese que diferentes partidos confluyesen en criterios programáticos, superando así también al XIII Congreso del PCE.[15]

También se debatió un documento presentado por Julio Anguita, en el que se reflexionaba acerca del Movimiento Comunista Internacional, y se llamaba a la refundación del Partido. El documento señalaba el impacto negativo que trajo la caída de la Unión Soviética y el acriticismo y sumisión de los sindicatos y la Izquierda al orden capitalista establecido. Se acordó la creación de un equipo de trabajo que se reuniese con otras organizaciones comunistas y de izquierda, coordinase y recogiese propuestas y se debatiesen en una Conferencia, que redactaría y aprobaría un nuevo Manifiesto-Programa de cara al siguiente Congreso del Partido.[16]

A finales de 2007, el PCE impulsa en el Consejo Político Federal de IU la celebración de elecciones primarias para designar al candidato a la Presidencia del Gobierno en las elecciones generales de 2008. Frente a Gaspar Llamazares, se presenta la secretaria general del Partit Comunista del País Valencià (PCPV), Marga Sanz. El referéndum se celebra en noviembre por un sistema de correo certificado, que el PCE criticó duramente. Finalmente, con una participación de en torno al 38%, Llamazares obtiene 13.626 votos (62,5%) y Sanz 8.169 (37,5%).

El 22 de abril de 2008, Julio Anguita remitió al Comité Federal del Partido Comunista de España (PCE) un documento en el que defendía también la necesidad de una 'refundación' de IU, que sólo sería posible desde el compromiso de comenzar desde cero. En su carta, defendió la democracia radical, la lucha por la III República y el federalismo, tanto para el modelo organizativo de la coalición como para el modelo de estado defendido. A su juicio, el debate debería abrirse en la siguiente asamblea federal de IU.[17] Así, los días 28 y 29 de junio de 2008, en una Conferencia Política del PCE, se vinculó la reconstrucción del Partido con la refundación de Izquierda Unida. Para ello, se acordó impulsar una serie de cambios en la próxima Asamblea Federal de IU.

En la IX Asamblea Federal de IU, celebrada los días 15 y 16 de noviembre de 2008, el PCE presentó su candidatura al Consejo Político Federal, con Cayo Lara como candidato de consenso de la lista “Otra IU es Posible”. Su propuesta, titulada "Por una Izquierda Unida anticapitalista, republicana, federal y alternativa, organizada como movimiento político y social".,[18] obtuvo un 43% de los votos, pero la falta de acuerdo con otras corrientes hizo que la asamblea concluyese sin la elección de un nuevo Coordinador Federal de IU.[19]

Cayo Lara hablando ante el Consejo Político Federal de IU en diciembre de 2008.

Finalmente, el Consejo Político Federal, convocado el 14 de diciembre, eligió a Cayo Lara como coordinador federal de la coalición con un 55.08% de los votos. Como nuevo coordinador general, Cayo Lara integró desde un principio en la nueva dirección a personas de todos los sectores y corrientes de la formación, e instó a abandonar las luchas internas y a preocuparse por lo que realmente pasa en el país. En su primera intervención pública, mencionó a los pobres, a los parados y a los hipotecados, e hizo un llamamiento a la huelga general, necesaria, a su juicio.[20]

Ruptura con la Constitución de 1978

El 13 de abril de 2009, el Partido reclama en un manifiesto con motivo del 78º aniversario de la II República que los trabajadores "no paguen" la actual situación de crisis y que se afronte la coyuntura económica a través de "la ruptura del pacto constitucional" y la apertura de un "proceso constituyente por la III República".[21]

También en ese manifiesto se declara que el capitalismo ha fracasado y que no debe hacerse esfuerzos por "refundarlo", ya que no lo consideran una solución para los problemas de la humanidad y hay que hacer cambios revolucionarios. Declaran que hay que emprender, como ya han hecho otros países, el camino del socialismo del siglo XXI.

Con el propósito de renovar fuerzas ante los retos que el capitalismo posindustrial parece incapaz de resolver, y con el de afrontar el naciente proceso de Refundación de la Izquierda aprobado en la IX Asamblea Federal de IU en 2008, el Partido celebra en noviembre de 2009 su XVIII Congreso, al que llega con 20.000 militantes. En el cónclave se aprueba su orientación hacia IU, con un 82% de votos favorables, el mantenimiento de Comisiones Obreras como referente sindical (69%) y se elige a José Luis Centella como secretario general, con un 85% de los votos, en sustitución de Francisco Frutos.

Resultados electorales


Resultados electorales del PCE
Año Líder Votos % Representantes
Generales 1931
José Bullejos
<center> --- <center> 0,77% <center> 0 diputados
Generales 1933 <center> José Díaz Ramos <center> --- <center> 1,80% <center> 1 diputado
Generales 1936 <center> José Díaz Ramos <center> --- <center> 3,5% <center> 17 diputados
Generales 1977 <center> Santiago Carrillo <center> 1.709.890 <center> 9,33% <center> 20 diputados
Generales 1979 <center> Santiago Carrillo <center> 1.938.487 <center> 10.77% <center> 23 diputados
Municipales 1979 <center> Santiago Carrillo <center> 2.139.603 <center> 12,70% <center> 3.708 concejales
Generales 1982 <center> Santiago Carrillo <center> 846.515 <center> 4,02% <center> 4 diputados
Municipales 1983 <center> Gerardo Iglesias <center> 1.500.015 <center> 8,17% <center> 2.495 concejales

(Fuente: Ministerio del Interior y El Mundo)

  • A partir de 1986 el PCE ha participado en las listas electorales de Izquierda Unida.

Personalidades destacadas

Secretarios/as Generales

<center>Período
Secretario General
1921-1923 Antonio García Quejido
1923-1925 César Rodríguez González
1925-1932 José Bullejos
1932-1942 José Díaz
1942-1960 Dolores Ibárruri
1960-1982 Santiago Carrillo
1982-1988 Gerardo Iglesias
1988-1998 Julio Anguita
1998-2009 Francisco Frutos
Desde 2009 José Luis Centella

Véase también

Partidos, federaciones y juventudes

Hasta 1997 su referente en Cataluña fue el PSUC.

Publicaciones
Sindicatos
Otros

Referencias

  1. Estatutos del PCE, XVII Congreso Partido Comunista de España (2005): "El PCE se basa en el marxismo revolucionario y en las aportaciones teóricas, políticas y culturales de los proyectos de liberación que tienen como objetivo la democracia plena, la supresión de cualquier forma de explotación y opresión, la emancipación del ser humano y el socialismo como negación dialéctica y superación del capitalismo Es un partido laico, republicano, revolucionario e internacionalista."
  2. Declaración de junio de 1956 que formula la política de Reconciliación Nacional. Citado por S.Carrillo y S.S.Montero en "PCE" (ver Bibliografía)
  3. La convocatoria electoral prima a los socialistas y a Alianza Popular, según Carrillo, El País, 11 de septiembre de 1982.
  4. Iglesias, reelegido por un PCE dividido, ABC, 20 de diciembre de 1983.
  5. Noticia sobre la fundación del PC en el diario El País el 16/01/1984
  6. El PCE critica las diferencias en el coste de votos para conseguir un escaño, El País, 05 de octubre de 1984.
  7. Voz, conflicto y salida: un estudio sobre faccionalismo: Nueva Izquierda, Google Books, Octubre de 2003.
  8. Los comunistas pedirán a IU que no pacte políticas importantes con el PSOE, El País, 10 de diciembre de 1995.
  9. Anguita: "apéndices del Estado", ABC, 9 de diciembre de 1995.
  10. Anguita pide la autodeterminación e insiste en que el PCE quiere un Estado federal republicano, El País, 20 de septiembre de 1998.
  11. Julio Anguita sufre un segundo infarto que podría acelerar su retirada política, ABC, 18 de agosto de 1998.
  12. El Congreso del PCE abre una nueva «guerra» de división con CC. 00., ABC, 8 de diciembre de 1998.
  13. 17 congresos y casi 90 años de vida, Público, 5 de noviembre de 2009.
  14. Comunistas fuera del PCE, carta abierta a la militancia del PCE, Profesionales PCM, 24 de junio de 2005.
  15. Reconstrucción del PCE, Mundo Obrero, mayo de 2005.
  16. "Refundar, reconstruir el PCE, por Julio Anguita González", Profesionales PCM, 1 de junio de 2005.
  17. Julio Anguita llama a la refundación de Izquierda Unida, El País, 22 de abril de 2008.
  18. Por una Izquierda Unida anticapitalista, republicana, federal y alternativa, organizada como movimiento político y social, Partido Comunista de España, 14 de junio de 2008.
  19. IU concluye su asamblea sin elegir un líder por primera vez en su historia, El País, 17 de noviembre de 2008.
  20. Cayo Lara es elegido nuevo coordinador federal de IU, La Nueva España, 14 de diciembre de 2008.
  21. [http://www.larepublica.es/spip.php?article15168 |título=El PCE apuesta por la ruptura del pacto constitucional y abrir un proceso por la III República para superar la crisis], La República, 2009.

Bibliografía

  • Gerald Brenan. "El laberinto español"
  • Santiago Carrillo y Simón Sánchez Montero. "PCE"

Enlaces externos